Thursday, September 21, 2006

Otoño!!!

Que raro no dejaba nada por aquí desde el último día de agosto. No voy a seguir, supongo, con ese aire derrotista que dejaron atrás las despedidas. La verdad parece que alguna hada, tránsfuga de alún cuento de la Disney, tal vez campanilla confundiendome con Peter Pan, me haya tocado con su varita en la cabeza y haya dejado un halo de buena suerte.

Volví a Madrid para mis malditos examenes de septiembre y conciertazo de Quique en Alcorcón y de invitados Pereza y Carlos Raya, después unas vacaciones merecidas en Menorca con Daye, increibles momentos que todavía no he tenido tiempo de resumir en ningún lado ,pero que cuando se asienten prometo hacerlo, un nuevo trabajo, este de lo que me gusta y estudio, preparador físico de un club de baloncesto y encima les gusta como trabajo, y una nueva habitación, una bohardilla desde donde puedo ver las estrellas cada noche y oir la lluvia caer. Lo último puede sonar muy bucólico pero cuando llueve no hace tanta gracia jejeje.

Empieza el otoño y espero poder escribir con más asiduidad de la que he tenido en los últimos meses. Esta estación que podría parecer preludio de lo malo, del frío, de más horas de oscuridad, de tormenta, de gatos al abrigo del capó de algún coche, de mantos de hojas, empieza bien, espero seguir ahí.

Un abrazo para todos los que no puedo o no podré ver hasta dentro de algún tiempo, vosotros sabéis quienes sois y que os quiero mucho.

Javi abajo te dejo la letra de la canción nueva de Quique con Pereza aunque falta un trocillo.

Avería y redención

Nunca des tus datos a la chica de la lavandería,
aunque estés de paso te podría meter en problemas.
Nunca des tus datos a la chica de la lavandería,
aunque te sientas solo, en las afueras.
Cuatrocientos gatos en la puerta de la comisaría
y lo más complicado fue encontrar una salida fácil.
Echaré un vistazo para ver la botella vacía,
y entonces comprendí que estaba fuera.

Cuatrocientos grados de avería y redención,
cuatrocientos grados a la deriva mi amor,
cuatrocientos grados de insatisfacción.

Me pegué un disparo para ver si ya no me dolía,
y acabé jugando a las cartas con Lucifer.
Me sobró un vistazo para ver la botella vacía,
y entoces comprendí que no iba a ser tan fácil.

Cuatrocientos grados de avería y redención,
cuatrocientos grados a la deriva mi amor,
cuatrocientos grados de insatisfacción.

Canción de Quique Gonzalez y Leyva de Pereza.
es más larga pero en la versión que tengo es lo que hay...